

Cayó el telón y la pasarela del último desfile de Marc Jacobs se pobló de rostros desconocidos y de modelos amateur. Entre ellas estaban Camille Bidault-Waddington y Susanne Deeken, (arriba) que trabajan con Marc desde hace años y que lucieron, con altas dosis de dignidad, dos de sus últimas creaciones. ¿Declaración de intenciones o puro marketing made in Jacobs?
Sea como fuere, su gesto anecdótico se acerca a nuestro cocepto de moda. Una moda, la de Harper's Bazaar, que no entiende de edades, de tallas o de estilo y que no discrimina a los recién iniciados. ¿Te atreves a entrar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario