
Dicen que las mujeres españolas somos una raza aparte cuya sensualidad destaca sobre nuestras vecinas europeas (
ejem, ejem..). No es una leyenda, nos ha costado mucho conseguir esa mezcla genética a lo largo de los siglos.
Pepe Botella es uno de esos diseñadores que conserva pulcramente el
Made in Spain. De hecho, toda su confección y producción la realizan en sus talleres (algo que, al final, se nota).

Ayer pudimos ver en el desfile una colección renovada y ampliada. Un cuidado patronaje: gasas cortadas con láser, mangas acampanadas y mariposa, sedas cortadas a jirones y marabú combinado con organza. Muchas líneas con una apuesta en común,
LA NATURALIDAD en la expresión y en el estilismo del desfile, que realizó nuestro colaborador Beñat Yanci (no te pierdas su editorial de moda en
Harper's Bazaar de junio) con calzado de
Paco Gil en un blanco hielo impactante.

¿Con qué nos quedamos? Con los vestidos corte años 20 salpicados de flores con apliques de Swarovski (
somos muy fan de estos pequeños cristalitos) y los volantes plisados que daban un volumen muy especial a las faldas. Vimos calidad y mucho mimo en cada paso; no se equivocó
Lucía Botella al decir que la novia que presentaba era “relajada, natural y muy romántica”.
Alicia Fábrega. Harper's Bazaar.